Tips y consejos
¿Cómo debo proteger mi piel del sol en vacaciones?
El sol es fuente de vida y energía y tiene indudables efectos beneficiosos en el organismo. Proporciona calor, es bactericida, estimula procesos biológicos y bioquímicos esenciales para la vida y proporciona optimismo. Sin embargo, la exposición del cuerpo al sol sin protección puede causar daños irreversibles, especialmente en la piel y los ojos.
El 78{d5fe200e80ac210c56740c39f7355f3e7037e4c86eb6f7923acf2d974a13616c} de los hombres y el 68{d5fe200e80ac210c56740c39f7355f3e7037e4c86eb6f7923acf2d974a13616c} de las mujeres se exponen al sol de forma arriesgada, según un estudio de enero de 2007 sobre 2000 personas, algo que pone en evidencia que pese a las continuas llamadas a la prevención no acaban de cuajar los mensajes de fotoprotección. Cada verano se producen quemaduras y golpes de sol. Y es que seguimos pensando que un rato en la playa a mediodía no va a hacernos ningún daño.
Pero este sol no es el mismo de hace unos años, ni la piel tampoco. En el conjunto de la población ha aumentado el índice de piel sensible y con intolerancias. Y la radiación solar es también ahora más fuerte debido a la destrucción de la capa de ozono. Además, la gran movilidad de la población hace que se pueda tomar el sol más cerca de los trópicos, algo que pocas veces se tiene en cuenta por los viajeros, que ven como en un par de horas y casi sin exposición al sol su piel está completamente enrojecida. Así, pues, hay que seguir con las recomendaciones habituales de estas fechas y difundir cómo sacarle el mayor partido al sol sin que provoque daños.
La insolación produce dolor de cabeza, náuseas, vómitos, vértigo y fiebre, mientras que el golpe de calor, más grave, es el colapso de los mecanismos termorreguladores debido a la incapacidad del cuerpo de adaptarse al aumento de calor. Ademas de beber agua y otros líquidos, hay que comer fruta y verduras frescas crudas o en forma de sopas, ensaladas, batidos, etc. para reponer el agua perdida y evitar el ejercicio físico en las horas y días de más calor. Hay que tener especialmente controlados a los niños en este aspecto, ya que precisamente suelen no parar en la playa y, aunque es mejor moverse que estarse quieto para evitar quemaduras, hay que hacerles beber agua de vez en cuando y refrescarse en el agua para que se mantengan frescos e hidratados.
Cómo defenderse tu piel del sol
. Moderar el ejercicio en los días y horas de mayor calor
. Evitar exponerse al sol las horas de mayor calor e insolación, entre las 12 y las 17 horas
. Las actividades en el agua enfrían más el cuerpo que si se desarrollan en la arena
. Hidratar con regularidad bebiendo no solo agua, sino añadiendole un poco de sal. Tanto si se va a la playa como a andar, a hacer ejercicio en bicicleta o a navegar, hay que llevar siempre encima una botella de agua
. Refrescar la piel y la cabeza mojándolas de vez en cuando
. Usar ropa clara de fibras naturales y mojarla si es necesario
. Cubrir la cabeza con una gorra o sombrero para mantenerla fresca
. Utilizar un protector solar para evitar quemaduras en la piel y renovarlo frecuentemente
. Estar atento a las señales del cuerpo y el ambiente, si se presentan sensaciones que no se han notado otras veces, como cansancio, dolor de cabeza, y especialmente calor intenso sin sudoración, hay que dejar el ejercicio
vía: bellezaactiva.com