Nuestras Raíces
La Virgen de Betania es una visita obligada en Miranda
La Finca Betania desde la primera aparición, en 1976, ha sido meta de peregrinaciones y lugar de culto a Dios y de veneración a su Santísima Madre.
A partir de la aprobación eclesiástica de las apariciones se comenzaron a construir obras en el lugar que invitan a la meditación y a la oración, un centro para sentarse a comer en familia, caminerías y cientos de placas de agradecimiento a la Virgen por los numerosos milagros concedidos.
Su Excelencia, Mons. Freddy Fuenmayor, Obispo de la diócesis de Los Teques, ha declarado Betania: Santuario Mariano Diocesano, María, Reconciliadora de los Pueblos, y en el marco de la celebración de los 38 años de la primera aparición de la Virgen este 25 de marzo, decretó la constitución de un consejo de pastoral presidido por él; un vicerrector, el párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Cúa, padre Jhonfer Camacho; el párroco de la parroquia San Martín de Porres de Cúa, padre Juan Mijares y una de las hermanas de la congregación Madre del Salvador, Sumo y Eterno Sacerdote.
Deseo concedido
La Santísima Virgen le dijo a la sierva de Dios María Esperanza de Bianchini que le daría una tierra en el centro norte de Venezuela, la cual sería refugio para sus hijos y donde se haría presente ofreciendo un mensaje de paz y reconciliación para el mundo.
Así, ella junto a su esposo, el Sr. Geo Bianchini adquirieron Finca Betania, ubicada a doce kilómetros de Cúa, en la vía que lleva a San Casimiro, estado Miranda en el año 1974.
El 25 de marzo de 1976 la Virgen se le apareció por primera vez a la sierva de Dios. Todo cambió radicalmente el 25 de marzo de 1984, cuando la Virgen se hizo visible a 150 personas quienes dieron sus testimonios al entonces obispo de la diócesis de Los Teques, Monseñor Pío Bello Ricardo, quien inició una investigación que duró 3 años, tras la cual aprobó las apariciones.
Esta aprobación eclesiástica fue la cuarta otorgada por la Iglesia en el siglo XX, y en ella se deja asentado que las apariciones son auténticas y de carácter sobrenatural.
En relación a la señora María Esperanza de Bianchini, ella dejó este mundo el 7 de agosto de 2004, tras una larga convalecencia por una enfermedad cuya sintomatología era muy similar a la del Mal de Parkinson. El 31 de enero de 2010 en la Catedral de San Francisco de Asís de Metuchen, en Nueva Jersey, EE UU, se llevó a cabo la apertura de su causa de beatificación y canonización.
El obispo de Metuchen Paul Bootkoski abrió el proceso declarando que existen suficientes motivos para la apertura de la causa de María Esperanza, madre de siete hijos quien desde los cinco años de edad tuvo revelaciones celestiales, visión del porvenir, don de curación, la capacidad de leer los corazones, bilocación, transfiguración, estigmatización y el nacimiento de una rosa fresca y aterciopelada en su pecho, entre otros.
“María Esperanza fue a lo largo de su vida un ejemplo extraordinario de humildad, esperanza y amor incondicional”, expresó.