Nuestras Raíces
A la hora de rezar por pesares y dolores el doctor José Gregorio Hernández escucha
A los 101 años de la desaparición física del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, el ahora Beato sigue vigente en los corazones de sus creyentes en Venezuela y el mundo
José Gregorio Hernández es oriundo de Isnotú, estado Trujillo, nació 26 de octubre 1864 y se crió en un entorno familiar de buena posición económica.
Manifestó interés en desarrollarse como profesional ejerciendo derecho, pero su padre lo persuadió y lo introdujo en la medicina, haciendo que se trasladara a Caracas. Allí encontró apoyo rápidamente en el Colegio Villegas, donde realizó sus estudios de bachillerato.
Tras finalizar su carrera en medicina en el año 1888, José Gregorio tenía 24 años y emprendió viaje hacia París, para profundizar su conocimiento en la medicina.
El muchacho estudió con el apoyo de entidades gubernamentales. Regresó a Venezuela e inició el ejercicio de docente en la universidad Central de Venezuela y, al paso del tiempo, se convirtió en pionero de la docencia científica, dada la sensatez y la intuición con la que explicaba.
Este ilustre profesional compartía una fe, tanto así que es admitido en un Monasterio de Clausura luego de haber recibido cartas de recomendación por su conducta intachable y su profunda fe e intuición en el tema religioso.
José Gregorio Hernández siempre vivió conectado a su lado humano y social, habiendo nacido en el interior del país él se sentía tan caraqueño como cualquiera y fue acogido de la misma manera con lo sociedad de esa época.
Compartió su fe con personas que acudían a él para pedirle favores. Al paso del tiempo se recibió la lamentable noticia de la partida de un santo, como muchos titularon, el terrible accidente al golpearse la cabeza con el borde de la acera a consecuencia del impacto con un automóvil, en la esquina de Amadores, La Pastora. Es así como la imagen divina del conocimiento y la fe perdió la vida trágicamente.
Sus restos reposan en la iglesia parroquial de La Candelaria. Los habitantes acuden ante la divina imagen para expresar sus pesares y pedir favores que, muchos alegan, son cumplidos como milagros.
En el año 1986, el papa Juan Pablo II reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró «Venerable». El proceso se renovó el 18 de enero de 2019, luego de un milagro atribuido a Hernández en San Fernando de Apure, en el que una niña se recuperaría de una herida de bala. El papa Francisco autorizó la beatificación de José Gregorio Hernández, el 19 de junio de 2020.
En la actualidad no es motivo de sorpresa conseguirse con la imagen del Doctor en establecimientos y casas de la parroquia La Candelaria en Caracas.
Muchos afirman ser creyentes de los milagros que la divina imagen de José Gregorio Hernández realiza. Al igual que otros alegan que el retrato de este venezolano siempre es una buena opción a la hora de rezar por pesares y dolores que existan en las casas y hospitales.
Por Taylin Jacotte / @ImTaylin
