Nuestras Raíces
El Nazareno de San Pablo en Venezuela es más que una tradición
En Semana Santa la Basílica de Santa Teresa y todas las iglesias de Venezuela se visten con sus mejores trajes para homenajear esta costumbre.
La tradición del Nazareno de San Pablo comenzó a finales de 1596 y fue consagrada, finalmente, en el año 1674 como figura central de la Capilla Principal de Caracas.
Los devotos a esta imagen comenzaron a reunirse y celebrar junto a la sagrada imagen de El Nazareno y los más allegados pagaban las penitencias que el nazareno cumplía durante todo el año haciendo acto de presencia en su indumentaria y las infaltables túnicas de color morado.
En Venezuela y más allá
En la actualidad esta costumbre está más vigente que nunca, El Nazareno continúa recibiendo a los fervientes visitantes que llegan de todas partes del país y los alrededores de Venezuela.
Para su procesión, El Nazareno es vestido con una túnica morada bordada con hilo de oro, con los símbolos de la pasión, y adornada con perlas, sortijas y otros joyas dignas de tal celebración, además de las orquídeas que suelen adornar la figura.
Todos los años se ofrecen varias misas desde tempranas horas de la mañana y son muy concurridas por el público citadino. Cada eucaristía se realiza con el propósito de alistar y preparar a los asistentes antes del acto principal.
La procesión se realiza en horas de la tarde. El Nazareno sale por la puerta sur, como se suele hacer desde sus inicios, pasa por el Teatro Municipal y luego entra nuevamente por la puerta sur de la Basílica para recibir a todos aquellos que deseen expresar su agradecimiento a esta divina figura.
Muchos se acercan a compartir sus deseos para El Nazareno en cada Semana Santa. Tanto pequeños como grandes se acercan para ofrecer velas, iluminando de esta manera cada una de sus peticiones.
El Nazareno de San Pablo es sin duda una tradición venezolana a la que hay que asistir sin falta, por ello es digna de ser visitada también por los turistas extranjeros.
Taylin Jacotte / @ImTaylin