Sabores de mi Tierra
El Corozo: el pueblo más dulce del oriente venezolano
En la carretera nacional vía a Maturin, en Monagas se encuentra el pueblo más dulce del Oriente del país. El Corozo es un poblado que se ha caracterizado durante años por la producción de dulces criollos.
Tradición Familiar
Hace más de 70 años las amas de casa de El Corozo en busca de un sustento que las ayudara a la manutención de sus familias junto a sus esposos, pusieron en práctica la elaboración de dulces y conservas elaboradas a base de los frutos que se generaban en los patios de sus viviendas, como mango, ciruela, guayaba, pomalaca, parchita y mereyes entre otras frutas.
Los dulces se cocinaban en calderos que eran colocados sobre leñas o reverberos y el punto se le daba luego de varios minutos removiendo con paletas de madera.
Por mas de siete décadas esta tradición ha sido heredara por los habitantes de El Corozo para convertirlo hoy día en el rincón más dulce de Venezuela.
Una pasarela que te endulza el paladar
En ambos extremos de la carretera, se observan en cualquier época del año kioscos que ofrecen al viajero una surtida variedad de dulces criollos que deleitan a todos por igual.
Entre los dulces le podemos mencionar, jaleas de mango, dulces de leche, dulces de lechoza, conservas de coco, coco y piña y dulces de merey.
También se producen en este municipio otros derivados de dulce como, el buñuelo, la naiboa, el mañoco, el coscorrón, además de algunas bebidas suaves y refrescantes.
En la actualidad, los habitantes de El Corozo se han organizado en grupos de trabajo y cooperativas para garantizar la participación de todos los residentes de manera ordenada y así otorgar fuentes de empleo a las familias que allí habitan.
La tradición se convirtió en una mini industria
La elaboración de los dulces tradicionales dejó de ser un trabajo casero para convertirse en una mini industria, más de un centenar de personas participan, en la fabricación, envase y venta de la dulcería criolla, convirtiéndose en una actividad sustentable que fomenta la cultura y tradición monaguense.
Texto: Mailin Avila- Evys Rivas
Fotos: Fondo Turismo Monagas